En la televisión aparece un rumano que habla rumano y que, dado que nosotros, habitantes de Italia (norte) no entendemos el rumano, (aunque nos atrevamos a decir "es muy parecido, se entiende perfectamente") todas sus palabras son traducidas mediante subtítulos. El rumano parece decir "no tengo dinero", el rumano parece decir "prefiero pasar el resto de mi vida sin un riñón que seguir siendo pobre". Al otro lado del televisor, un salón, cuatro personas entre las que me incluyo, restos de comida china, cuatro cervezas, vino tinto y dos porros que no me incumben. Alguien comenta algo acerca de la venta de órganos, alguien ilustra con una simpática anécdota ocurrida en Colombia el tema de la venta de bebés. El rumano está dispuesto a dejarse operar esa misma semana. "Lo antes posible" dice. El presentador del programa de la televisión italiana repite enfáticamente las decisivas palabras entonadas por el rumano. De este modo se van intercalando el testimonio del rumano, y los comentarios del presentador del programa de la televisión italiana. Pim, pam, pim, pam. Algunas frases hacen reír a las personas al otro lado de la televisión. El rumano, la habitación del rumano, dos posters que exiben chicas desnudas detrás de él. Pienso, sería capaz de dejarse abrir. Alguien dice "se puede vivir perfectamente con un solo riñón" Riñón es rene en italiano. Ya sé referirme a un órgano más de mi cuerpo. Dan paso a otro testimonio. Nunca sabremos si el rumano vendió su órgano o por el contrario conservó sus dos riñones intactos dentro de su cuerpo, pero parece que a la gente tampoco le importa mucho conocer el desarrollo final de la historia. El siguiente entrevistado también es rumano. También está perfectamente dispuesto a comerciar con sus vísceras. El tipo corre el peligro de ser encarcelado por provocar un accidente de tráfico mientras conducía sin carnet. "Prefiero vender un órgano para poder pagar a pasar dos años en la cárcel". Cárcel o riñón, cerveza o vino, me quedo o me voy. "Son todos unos delincuentes" sentencia una voz. Yo pienso, sois todos gilipollas, y decido irme porque me parece una falta de respeto que la gente fume porros en un sitio cerrado obviando tu libertad de decidir si quieres drogarte o no en ese momento.
6 comentarios:
Rumanía es un gran país y la gente parece ser feliz allí. Casi todos.
Sólo digo eso.
Yo no donaría mi riñon. Soy un cerdo egoísta, lo se, pero es mío.
Sólo lo donaría a alguien de mi familia o a alguna persona muy especial. Y de estas, para mí, hay pocas.
Muy bueno, el blog.
sorry, es mi aficion de no leer. Publicalo si quieres.
Me refiero a que he enviado dos veces lo mismo.
Perdon
Ya no molesto más
Diana, soy Carola! la verdad es que ando muy poco adicta a los blogs de todos vosotros, asquerosos erasmus... pero hoy me dio por ahí y entré.
Mola mucho como escribes. Cuídate!
coño! vayamos pues a Rumanía, el único lugar en el mundo en donde casi todo el mundo es feliz!
¿De qué demonios estamos hablando?
Por cierto, qué abandonado tengo esto...
Malditos reveses
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