miércoles, 12 de noviembre de 2008

Imbéciles

Echar de menos significa sencillamente olvidar la mierda de cada una de las relaciones que tenías en un tiempo pasado y que ahora, por cualquier motivo, has dejado atrás. Es falso porque es idealizar. La memoria es falta de imaginación, decía Rousseau. Pues eso. Cada uno, cuando está lejos, imagina las cosas que quiere.

Después de desmentir esta falacia que viene siendo un lugar común desde tiempos inmemoriales paso a informar.

Riccardo, Fabio, Enzo, Mari y yo llegamos completamente borrachos a la fiesta de Magazzini del sale. Saludo a Francesco, saludo a la rusa, saludo a Warp, a los españoles con los cuales, a día de hoy, no tengo ningún tipo de relación, a Ugo y a Federico y compañía. Pedimos más cerveza. Diviso a lo lejos una cara familiar. Enrico, has hecho bien en venir. Decido posponer la sonrisa cómplice unos minutos hasta que sea él quien tome la iniciativa. Me mira. Le sonrío. Diez minutos más tarde estoy inmersa en una conversación sobre el falso valor añadido a los conceptos inventados por hombres, sobre Nietzsche, Kierkegaard y Sigmund Freud. Un par de horas después me estaba acompañando a casa.

Y no, no hemos follado. ¿Me estaré volviendo una estrecha? Dios no lo quiera.

Por otra parte, el otro día Francesco y yo hablábamos de las relaciones, así en general, que es una conversación que da mucho juego antes o después de follar y que, por lo que parece, es un tema que le gusta mucho tratar. Básicamente, yo respondo a una serie de preguntas absurdas según me parece en el momento, le comento un poco por encima mi idea sobre la inutilidad de los novios y las novias, etc, etc...un coñazo. Pues bien, hablando sobre estas cosas, inocentemente, el tipo me comenta "Yo, Diana, nunca podría ser tu novio..."
En un primer momento pasé por alto el comentario para evitar una serie de justificaciones y argumentaciones adolescentes y por lo tanto inútiles (que a pesar de todo terminó dándome "te gustan muchos chicos, le gustas a muchos chicos, no podría confiar en tí, etc, etc..), creyendo conveniente realizar más tarde un pequeño análisis en completa soledad.

Nunca podría ser tu novio:
1) Nadie te ha dicho que yo, en algún momento de mi vida, haya fantaseado con la posibilidad de ser tu novia o algo que se le parezca.
2) En caso de que se diera esta imposible hipótesis, ¿Por qué no podrías ser mi novio? ¿Qué es lo que te asusta? ¿Que esté más buena que tú?, ¿Que sea más inteligente que tú?, ¿Que sea más fuerte, más valiente, más sociable?, ¿Que folle más y mejor?, ¿Que me divierta más?, ¿Que posea una cultura infinitamente superior a la tuya o que tenga unos horizontes más amplios?

Las prefieren tontas.

Imbéciles.

No hay comentarios: