jueves, 30 de octubre de 2008

Reivindicación

El porqué de la inmortalidad de la estupidez:

La profesora habla. La profesora abre y cierra la boca mientras sus cuerdas vocales explusan una gran cantidad de mierda inútil. Repito: mierda inútil. Las clases en Italia duran hora y media, y en toda esa hora y media la profesora pretende no dejar lugar al silencio. Piensa que los alumnos quieren su mierda. Los alumnos, efectivamente, quieren su mierda. De esta manera cuando, por ejemplo, la profesora nos regala uno de sus inteligentes comentarios tipo "novela original y divertida", que, en sí es como decir "ventana con cristales" o "me hago una paja evocando las tetas de Scarlett Johanson" todos los alumnos escriben en sus folios y cuadernos destinados a tal fin "novela original y divertida". De tal modo que si la profesora dijese novela orginal, divertida e ingeniosa", los alumnos copiarían en sus putos folios "novela original, divertida e ingeniosa".

Yo no cojo apuntes en las clases porque soy la más guay. La profesora mientras se abandona a su diaria diarrea verbal me mira preguntándose porqué no cojo apuntes. Soy la ostia y no necesito tu mierda porque me parece absurdo lo que estás diciendo, le digo interiormente. Y entonces entiende y acepta el duelo, y se atreve a hacerme una pregunta sobre un puto libro de Rigoberta Menchú porque no sé si sabéis que violaron y la mataron a su madre, y quemaron a su hermano en una hoguera y no sé cuántas tragedias más tuvo que vivir para terminar escribiendo un libro (que no lo escribió ella porque ella dice que ni siquiera pudo ir al colegio, pero que ha terminado siendo la voz de todo un pueblo, sino que lo escribió alguna puta que se interesó por la causa.) para que que nosotros, gente inmersa en la cultura occidental pero sensibles a la penosa situación hispanoamericana, podamos afligirnos con el crudo testinomio de Rigoberta. Y acepto su mierda de desafío y contesto, contesto con desgana pero contesto perfectamente, (porque yo debería impartir esas clases) (en caso de que quisiera tirar mi vida a la mierda ocupando un puesto en la universidad) (cosa que no me interesa lo más mínimo) y así, pienso yo, me desligo de ese grupo de subhumanos copiadores de apuntes inútiles y reafirmo mi autonomía y mi individualidad, y tengo licencia para no apuntar ni una palabra más que salga de esa boca que se llena de obviedades a cada minuto.

Y así los subumanos copiadores de apuntes inútiles ocuparán inútiles puestos en la universidad y continuarán con el legado de sus sabios precursores ofreciendo una cantidad infinita de datos sin sentido que nada tienen que ver con la literatura. Y así, la siguiente generación, adoctrinará a sus discípulos en el arte de soltar mierda inútil por la boca, que a su vez exigirán, si el cambio climático, como todos esperamos no termina con la especie y esta gente logra llegar algún día al lugar donde sus maestros algún día se pronunciaron concluyentemente, que todos copien palabra por palabra sus manoseados discursos.

Y es así como esta gente dañina y perjudicial para la libertad del análisis libre logra perpetuar la estupidez y el pensamiento unidireccional convirtiéndonos a todos en gilipollas sin capacidad de reflexión.

En italia ahora mismo se están manifestando por no sé qué ley de la universidad, sin saber que la verdadera batalla se está librando en las clases, que allí, donde alguien se niega a empuñar el bolígrafo abanderando así la causa del pensamiento independiente, de la reflexión personal.

Manifestáos hijos de una hiena, manifestáos, cabrones ignorantes, para que la universidad siga su curso, para poder seguir cogiendo apuntes como si fueseis monos comiendo plátanos.

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